Utilizando está gran y portentosa herramienta humana, para poder sopesar lo que nuestra razón indica, es que intentaré darte mis razonamientos frente a la disposición de los hechos de hoy.
En estos momentos, tenemos un gobierno que está siendo, sistemáticamente, bombardeado y escudriñado por su posición frente a la gobernabilidad de la nación. Siendo nuestra posición actual la de demandadores para con la administración de turno; no así, dictadores de un régimen coaccionado para con los que se han adherido o plegarán con nuestras ideas y lógicas.
En estos juegos en la arena de la politosfera (esfera política), se tiene que tener un pellejo tremendo y creo yo que la actitud de Chileprimero es la de indicarle a La Presidente que comience a ejercer su poder, y no permitir más olas potentes de desgobierno que hacen bajar defensas de la institucionalidad de Chile.
Te puedo nombrar los negocios, los empleos, las industrias, las fuerzas de orden y seguridad; inclusive las estructuras dogmáticas que están en el sube y baja de la razón humana. Sin embargo, la posición que se debe adoptar cuando se está por hacerse del timón, es ser marinos tan avezados como lo fue el capitán antes de dirigir a la nación.
Todos y cada uno de los hechos tienen por finalidad encausar o definir el actuar del Ejecutivo. Esperemos, por cierto, que no vuelvan los tiempos de otros gobiernos que se impusieron por la vía de las fuerzas más extremas; no obstante, consiguieron lo que prometieron. Por el contrario, que comience la depuración del aparato estatal y con la autoridad que la ha conferido La Constitución, la presidente debe actuar en concordancia.
Como te insinué antes, en la arena política no es sencillo utilizar la razón, sino, es más conveniente hacerse “co-protagonista” de una trama infinitamente gigante para nuestros razonamientos y que tenemos que ser valientes para querer entenderla, aún más en sus interminables conexiones. Siendo un punto de partida, el adscribirse a una facción política como Chileprimero.
Atte.
Héctor Samuel Quijada Olguín
